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Parece mentira, pero no lo es. Ni tampoco una broma, no. Según informa El Mundo, el alcalde del ayuntamiento de Villanueva de Perales, en Madrid, ha colocado dos cámaras de semáforo (también conocidas como “Foto-Rojo”) en la localidad. Hasta aquí, nada extraño (ya conocemos cómo están proliferando los radares de este tipo en nuestro país). Lo desconcertante viene ahora…
Según informan desde la oposición del pueblo (Partido Popular), el alcalde socialista César Muños Mateos no ha comunicado la situación de estos dos radares a la DGT. Desde el ayuntamiento se advierte de la retirada de cuatro puntos del carné, pero esta amenaza es ilegal e incierta dado que la travesía en la que se encuentran instalados, la M-523, es de titularidad de la Comunidad y en la Comunidad nadie parece estar al tanto de estas sanciones…
Sin embargo, la polémica no termina ahí. Para rizar el rizo, la recaudación de las multas se destina a una cuenta a nombre del alcalde, sin la presencia en la misma de ningún secretario interventor. Hasta el momento, se han acumulado cerca de 800 sanciones y, teniendo en cuenta que el importe por saltarse un semáforo asciende a 200 euros... ¿cuánto ha recaudado ya el consistorio por estas infracciones? ¿Qué parte de ese dinero está sometido a algún tipo de control?
Este no es el primer caso de irregularidades en la instalación y utilización de radares en pueblos de nuestra geografía, e incluso de la encomienda a empresas privadas de la explotación de estos recursos, sin que en ningún momento se tenga en cuenta ningún aspecto referente a la seguridad vial.
¿Una forma de recaudar? Sin duda alguna, pero… ¿por parte del ayuntamiento o por iniciativa propia del alcalde? ¿Se aclarará este caso de radar ilegal o se mantendrá tan oscuro como inicialmente parece? Las elecciones están cerca, así que pronto se dará luz al tema… ¡Seguro!
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