En verdad no es que lo hayamos descubierto nosotros, sino que nos hemos colado en el museo de Fernando Alonso , porque somos muy guapos y elegantes. Bueno, vamos a ser sinceros, tampoco nos hemos colado, ya que nos ha abierto la puerta un empleado tremendamente amable. De acuerdo, para ceñirnos 100% a la realidad, tampoco nos abrió nadie las puertas, porque son automáticas, de esas que te pones delante y se abren.
Una vez aclarado esto, te contamos nuestra sensación al ser de los primeros en conocer el museo de Fernando Alonso en la localidad asturiana de Llanera. Una visita que ha merecido muy mucho la pena.
Huele a nuevo y a limpio
Nada más entrar, sientes que hay una mezcla muy especial de olores. Huele a coche recién comprado, ese olor tan adictivo y especial, huele a fotos del campeón a las que los empleados, con sus trajes limpitos y recién sacados de la tintorería, acaban de quitar los plásticos.
También huele a gasolina y a goma quemada, ya que una de las partes principales del museo es su circuito, según el propio Fernando, “el mejor trazado de karting del mundo”, con una colección de sus curvas favoritas, chicanes y rectas de infarto, donde puedes gozar de 1.800m de pura diversión.
El coche de verdad, y el kart de verdad pero pequeñito
Nos adentramos para conocer al niño Fernando Alonso, a aquel que con 3 años ya estaba sentado en el kart que le regaló su padre, y que es una réplica del coche que conducía su ídolo Ayrton Senna. En la foto ves los dos, tanto el original con el que corría Senna como el kart con el que deslumbraba Fernando en las categorías inferiores.
El Renault del campeón
Año 2005, Fernando se confirma como uno de los pilotos más importantes de la parrilla de la Fórmula 1, y finaliza la temporada como campeón del mundo, mojándole la oreja a Kimi Räikkönen (qué tiempos aquellos). Es el primer español que se proclama ganador de un mundial de F1.
El McLaren que no era una cafetera
En el 2007, Fernando ficha por McLaren-Mercedes, equipo que tenía un cochazo, y la capacidad de pagarle un sueldo acorde a sus habilidades. Llega con dos títulos bajo el brazo, con el reconocimiento de toda la parrilla, ¿qué podría salir mal?
Hamilton. Y la incapacidad del equipo de tener a dos gallos en el mismo corral. Acaba tercero, regalando el título a Räikkönen. Cuánto echará de menos hoy en día ese MP4-22.
Los Ferrari del ¡uy, casi!
Fernando estuvo en Ferrari desde 2010 hasta 2014, con tres subcampeonatos y un sexto puesto. Han sido unos años intensos, alegres y decepcionantes a la vez, un torrente de ilusiones que no se esperaba cuando uno de los mejores pilotos de la parrilla llega al equipo con más historia de la F1.
El mono de la despedida de Ferrari
Ferrari quiso hacerle un regalo muy personal al piloto que le salvó la cara durante los últimos 4 años, sacando petróleo de donde no lo había, y le entregó un mono especial para que disputase su último gran premio con un «Cavallino Rampante«, serigrafiado con los números 96 (las carreras disputadas), 11 (las victorias conseguidas) y 1.186 (los puntos totales cosechados) con la escudería de Maranello.
Un volante con el que volverte loco
¿Te imaginas ir a 300 km/h y tener que estar a la vez tocando decenas de botones para cambiar la configuración del vehículo? Un campeón de F1 sí. Si nos dices para qué sirven todos, te regalamos unos Smart Coins.
Nos ha gustado mucho la visita, sin duda te recomendamos que, si te pilla cerca en vacaciones, te pases por el museo y por el circuito. Eso sí, si conduces uno de los karts casi que mejor que no conectes :DriveSmart en tu móvil, que los giros y las curvas van a ser un poco raros, y no vas a poder llevarte el Reto Drive Smart, ¡eso sí que no!
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