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Más de 500 vehículos. Un estudio. Un objetivo: descubrir si es verdad lo que dicen las marcas de coches sobre su consumo. En medio, la OCU.
Las conclusiones no dejan lugar a dudas: los fabricantes mienten. La práctica, lejos de ser ilegal, se ampara por el obsoleto e irreal ciclo NEDC, a través del que los únicos que sí quedan desprotegidos son los conductores que desconocen cuál va a ser, realmente, el consumo de su nuevo coche. El dato depende de mil y un factores. O más.
El principal se encuentra en el propio conductor. En ti. Tú y tu manera de conducir, esas son las claves. De hecho, la conducción positiva y :DriveSmart son los mejores aliados a la hora de ahorrar combustible. Tanto es así que los datos señalan que el uso de la app gratuita de moda permite ahorrar 0,4 l/100. Por lo tanto, el truco está en que no te fíes mucho de lo que venden las marcas en sus anuncios y folletos. Al fin y al cabo la meta que persiguen es precisamente esa: vender.
El ciclo NEDC (New European Driving Cycle), es el conjunto de pruebas que simulan un recorrido habitual, se usa desde 1997 y es más “optimista” que tu madre cuando te dices que estás más guapo que un sol de primavera.
Estos procesos no contabilizan consumo cuando un coche se para en un semáforo. Además, para evaluar el consumo extraurbano las pruebas se realizan, en la mayoría del recorrido, a 90 km/h, una velocidad bastante lejana a los 120 km/h habituales en casi toda Europa. Cabe destacar, además, que se llevan a cabo en terreno totalmente llano. Vamos, como en España…
Según los datos de la OCU, los 500 coches analizados declaraban una media de 5,1 litros a los 100, pero las pruebas reales en autopista han situado su consumo medio real en 7,7 litros. Es decir, ¡2,6 litros más cada 100 kilómetros!
La cifra muestra una diferencia del 50% entre el consumo real y el declarado, que puede suponer hasta 33 euros por cada 1.000 kilómetros. Aunque esa no es la única nota común. Además, todos los fabricantes apuestan por aferrarse a los consumos ínfimos como uno de sus principales reclamos publicitarios.
Sí y no. El nuevo ciclo con el que se pretende sustituir al test NEDC es el WLTC (Worldwide Harmonized Light Vehicles Test Procedures), impulsado por la ONU para unificar los resultados a nivel mundial, ya que en EEUU se usa un ciclo distinto, el EPA, que corresponde a Enviromental Agency Protection, cuyas cifras son más realistas que las que arroja su símil europeo, pero totalmente inviables… También.
Las marcas del automóvil no están muy contentas con el nuevo ciclo, puesto que los resultados serán más difíciles de controlar que los actuales. De hecho, están retrasando su puesta en marcha ya que tenía que haber entrado en vigor a finales de 2015, consiguieron aplazarlo hasta 2017, y ahora presionan para que su puesta en marcha se retrase. Otra vez.
Los resultados de estas homologaciones resultan claves para las marcas. En primer lugar, a nivel de fiscalidad: a mayor consumo, mayor contaminación y mayores impuestos. En segunda posición, por las ventas: no se vende igual un coche que declara 4 litros a los 100 km que otro que declara 7 a los 100, ¿verdad?
Por lo tanto, a modo de conclusión rápida, la recomendación pasa por no creer al pie de la letra lo que “vendan” los fabricantes con los consumos. Recuerda: el único dato 100% fiable es el que tú consigas, y el pie derecho está en conexión directa con la aguja de la gasolina, así que… ¡:DriveSmart!
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Las empresas constructoras hacen sus pruebas en condiciones ideales, en laboratorio que es muy diferente al trabajo real que realizan los vehículos, peor si es uno para servicio público. Donde se realizan frecuentes paradas, arranques, aceleraciones y sobre todo el país de circulación, ya que una cosa es que trabajen en Europa y otra en ciudades de altura.
Y la que más influye en el rendimiento es el estilo de conducción y la calidad del combustible. Por eso, en nuestro medio siempre recomiendan colocar gasolina súper, que es de mejor calidad.
Todas estas cuestiones se deben tener en cuenta y van a afectar en el rendimiento del vehículo dando un aumento del consumo de combustible de hasta un 50 a 60%.
La publicidad a veces engaña al consumidor de mala manera y entonces ¿por qué dicen que tal modelo de coche consume 5,1l a los 100km/h cuando en realidad,lo que hace es consumir 7,7l a los 100km/h? La respuesta es muy sencilla: todo esto, si es así,no es nada más ni nada menos que “estrategias de márketing” para engañar a la gente.
Por otra parte, encima llega el gobierno español con su “Plan Renove” para que cambiemos nuestro coche antiguo por uno más moderno, más seguro y “menos contaminante”, cosa que si es así, NO TIENE NINGUNA LÓGICA. Los últimos coches que tuvimos en casa fueron un Citröen BX 16TRS de 1985 y un Volkswagen Golf GTI de 1978, aparte de un Hyundai Accent 1.6 GS de 1996. Pues bien,el BX en un trayecto superior a los 80km tragaba más de 3/4 de depósito de gasolina y eso que aprovecabamos la 5ª marcha del coche, el Golf GTI tenia tan solo 4 marchas ya que era el antiguo y casi consumía medio depósito, pero esto era normal, ya que eran coches demasiado antiguos. Lo mejor no es comprar para fanfarronear un coche que supere los 1.5 o 2.0 cc de potencia sino apostar por utilitarios que superen los 1.2 cc. O sea,tanta propaganda de que repostas una vez y durante los próximos 200km te olvidas de volver a repostar al final será todo un cuento para que la gente vaya al concesionário a comprar coche nuevo y jubilar al coche viejo.