Tengo un coche que, en estos momentos, no utilizo. Aunque esté parado… ¿Tengo la obligación de pagar el seguro? ¿Y el impuesto de circulación? ¿He de pasarle la ITV igualmente? Si no puedo hacerme cargo de estos gastos, ¿Qué alternativas tengo? ¿Qué puedo hacer?
Si el vehículo está estacionado en la vía pública deberá estar al corriente de todos los pagos. Es decir, el hecho de tener un coche dado de alta obliga a su propietario a:
- Tener al día la ITV, tal y como señala el Reglamento General de Vehículos. De hecho, circular sin la inspección técnica del vehículo realizada se tipifica como falta grave e incluye una multa de 200 euros mientras que tener el coche parado sin ITV se considera falta leve y se sanciona con 100 euros. Por lo tanto, tanto si se circula o no con él, es obligatorio tener la ITV en regla.
- Suscribir un contrato de seguro, tanto si circula como si está parado, tal y como establece el Real Decreto Legislativo 8/2004. De no hacerlo, la multa oscilará entre 600 y 3.000 euros, en función de si el vehículo circula o no.
- Pagar el impuesto de circulación cada año mientras el coche esté en activo.
La baja temporal: la alternativa a los gastos de un coche parado
En circunstancias en las que un conductor tiene un coche parado que no necesita y que no quiere que le siga ocasionando gastos, lo aconsejable es dejar el coche en una propiedad privada y tramitar la baja temporal en Tráfico.
Para ello, el propietario deberá entregar el permiso de circulación y la tarjeta de la ITV (que deberá tener pasada en el momento de solicitar la baja), además de rellenar un impreso con la solicitud y pagar una tasa de 8 euros.
Después de ello, puedes mantener esta situación todo el tiempo que consideres necesario porque no existe ningún plazo para dejar tu coche de baja. Eso sí: recuerda que no podrás circular mientras el coche esté inactivo, por lo que para poder utilizarlo deberás volver a darlo de alta (y para ello la condición indispensable es que supere la revisión oficial).
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