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Cuando en este país hacen falta “billetitos”… ¿en quién se piensa para conseguirlos? ¿En ti? No: en tu cartera. Un par de ejemplos gráficos: ¿Cómo se logró el céntimo sanitario? De la gasolina, ¡por qué no! ¿Que hay que rescatar a las autopistas de peaje? ¡Aquí estás tú y tus impuestos!
El gobierno no lo ha querido reconocer pero es un hecho: la concesión para la construcción de autopistas de peaje es un sonado fracaso. Sí, lo es. Solo tenemos que fijarnos en un dato: desde 1967 el Estado ha tenido que rescatar a una de cada tres autopistas de peaje. Pero esto no es todo, ¡faltaría más!
El rescate de las autopistas quebradas asciende a una cifra próxima a los 8.000 millones de euros. La administración lleva meses negociando con las empresas una solución a través del banco malo: quita del 50% y pérdida de los pasivos de las compañías. Sin embargo, la medida no hace ninguna gracia a las compañías por lo que el gobierno se ve en la encrucijada de tener que asumir entre 4.500 y 5.500 millones de responsabilidad patrimonial por las concesiones realizadas. Lo que se dice calderilla…
Ante esta situación, las concesionarias saben que pueden jugar con dos hechos. Por un lado, las elecciones, que parecen haberse convertido en el actor protagonista de todo lo relacionado con el tráfico. Por el otro, se saben fuertes en su capacidad negociadora, por lo que han decidido “tirarse el rollo” y pedir. ¿Y qué han pedido? Peajes blandos en todas las autovías. Así, como suena.
Y eso de los “peajes blandos” lo que significa es que no consideran suficiente el hecho de que cada conductor pague:
Ya lo usaron como globo sonda en el pasado año: “queremos poner peajes en todas las autopistas y autovías”, avisaban. Sin embargo, se encontraron de frente con la indignación de los automovilistas pero, sobre todo, de transportistas y profesionales que trabajan gracias y en su vehículo.
Ahora vuelven a la carga: la Seopan (la patronal de las constructoras) exige al gobierno cobrar entre 0,03 y 0,14 por km recorrido… ¡en vías públicas! La ministra de Fomento, Ana Pastor, dice que se ciñe al interés general y que deniega frontalmente esta propuesta. ¿Credibilidad?
No podemos disimularlo, estamos indignados: Nos cobran por no usar el coche, por no moverlo, por tenerlo demasiado limpio (o demasiado sucio), por usar agua de mar como combustible (ya estamos dando ideas), por, por, por… ¿Qué somos los conductores, una fuente de ingresos para las arcas públicas? ¿Se convertirá el coche en un artículo de lujo u optaremos por el “róbeme usted lo que necesite”?
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