La suciedad en el coche, ¿una mina de oro?

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Si nos viésemos en ese momento de nuestra vida en el que sentimos la necesidad de simplificarlo todo, nos plantearíamos esta pregunta: ¿acaso la vida se divide entre aquellas personas que siempre llevan su coche impoluto y aquellas otras para las que la frase “lávalo, guarro” en la parte trasera del vehículo es un modo de vida? ¿Qué mecanismos mentales nos mueven hacia una u otra dirección?

Aunque muchos conductores son conscientes de que la suciedad no es un plus en el currículum vitae tampoco les resta horas de sueño y viven felices y tranquilos con ello. Sin embargo, hoy vamos a plantear una serie de propuestas e interrogantes para todos los que no sabéis qué hacer con esa capa de mugre que cubre vuestros coches. ¡Atentos, que ahí van!

Ofrece tu coche como reclamo publicitario

Llamadnos modernos, pero la verdad es que la idea puede tener su recorrido… Concretamos: hablas con algún centro de lavado, como esos de Chapó, Lavaplus o Greenwash que están en tu ciudad y les propones el siguiente mensaje: “si no quieres ser tan guarro como yo, ve al lavadero de Manuel y tu coche quedará más limpio que un pincel”. ¡Pasta gansa!

Ya que no lo lavas, aprovecha y siémbrate unas patatas

Sí, es cierto que la llegada de nombres modernos como contraurbanismo o neorruralismo hacen daño a la vista, pero lo cierto es que nuestra perspectiva ha cambiado en los últimos tiempos. Ya somos conscientes de que las frutas y las verduras no salen del almacén del supermercado, sino que hay un señor en un pueblo que las planta, riega, cuida, cosecha y envía hacia nuestros comercios, por lo que… ¿por qué no aprovechas la roña de tu coche para plantar unas pocas? Si encima les cantas, te saldrán las mejores patatas del barrio. Garantizado.

El coche con el Síndrome de Diógenes

De acuerdo, vamos a dejar pasar el hecho de que tengas el coche con más polvo que el indio que viene el último, pero hemos de centrarnos en otra parte: el interior de tu vehículo. 238 folletos de esos que te dejan tan amablemente en el parabrisas, 4 latas de refresco vacías, unas manoletinas (por si acaso para las noches de fiesta), una mochila vacía, 2 parasoles para el coche, un paraguas que lleva en el maletero desde que Jordi Hurtado hizo la comunión, ese peluche tan “mono” que te regaló es@ ex tan “simpátic@” y, por supuesto, 25 monedas repartidas por distintas partes del coche (la mayoría en el suelo y/o sitios a los que nunca podrás llegar).

¿Nunca te has planteado que el coche no es un trastero? ¿A que podrías pegarle un repasito de vez en cuando? Él, que te lleva a todos lados, que nunca protesta y que solo te pide cambios aceite y gasolina, se lo merece, ¿no? Dicho esto hemos de dejar el último apartado (y el más sorprendente, sin duda) para Scott Wade. 

Polvo y suciedad en el coche... ¡puro arte!

Polvo, suciedad… ¡puro arte!

¿Que quién es Scott Wade? Es un amable ciudadano de Texas que, cansado del polvo que se acumula en su coche y en el de sus vecinos ante la cercanía de una carretera, decidió aprovechar la circunstancia para sacar esa vena artística que todos llevamos dentro (quizá Justin Bieber no cuenta, pero ese es otro tema), y realizar estas maravillas sobre el parabrisas.

El polvo y la suciedad en el coche, ¿dejadez del conductor o una nueva fórmula para el éxito?

Esto, amigos, es ¡aprovechar las circunstancias! Polvo somos, y en polvo (acumulado sobre nuestros coches) nos convertiremos. Y ahora os retamos: ¿nos enviáis una foto por Facebook o Twitter del momento más mugriento de vuestro coche? ¡Miedo nos da!

 

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