Accidentes con animales: ¿Qué hacer en caso de atropello?

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Nunca pensamos en ellos cuando planificamos una ruta en coche. Suelen aparecer en carreteras secundarias. Habitan en las fincas colindantes. O viven de forma salvaje en estas zonas. Tienen vida… ¡y mucho pelo! Efectivamente, nos estamos refiriendo a los animales. Todos nos hemos visto en situaciones en las que los hemos visto en las proximidades de la carretera. Ciervos, jabalíes, lobos, liebres… Son algunas de las especies que suelen tomarse el paso de peatones por su cuenta. 

Según las cifras de la Dirección General de Tráfico, más de 20.000 accidentes de tráfico fueron provocados por animales salvajes durante el año 2017 en EspañaLamentablemente, es una situación que no podemos controlar. Y a todos nos puede ocurrir. Pero, ¿qué hacer ante el atropello de un animal al volante? 

Acción-Reacción

Obviamente, nadie quiere verse implicado en un accidente. Por eso, siempre procuraremos evitarlo en la medida de lo posible.  Decimos “en la medida de lo posible” porque, aunque debemos proteger tanto a los ocupantes del coche como al resto de usuarios que se encuentran en la vía, en muchos casos, realizar una maniobra brusca para sortear a un animal que cruza la carretera puede generar unas consecuencias peores. Como por ejemplo, el vuelco del vehículo o la colisión contra una cuneta. En esas circunstancias, solo contamos con unos pocos segundos para reaccionar. Pero debemos valorar si va a ser peor el remedio (volantazo) que la enfermedad (un atropello).

Si finalmente ocurre el atropello, la primera recomendación pasa por aminorar la marcha suavemente, para evitar riesgos mayores al resto de conductores. Cuando se consigue estacionar el coche, se debe salir con el chaleco reflectante. Y señalizar la zona del accidente con los triángulos. A continuación, se debe avisar a la Guardia Civil para que se persone en el lugar y valore los hechos y los daños. Si el cadáver está perjudicando la circulación de la carretera, se debe intentar apartar hacia el arcén. Recuerda: Si lo dejas en la vía supondrá un gran peligro para el resto de conductores y te puedes exponer a una sanción de hasta 200 euros.

¿Y la responsabilidad?

Este apartado es un asunto peliagudo. Puedes llevarte una sorpresa si crees que no tienes responsabilidad en una situación así. Y es que la Ley de Seguridad Vial sentenciaba que la responsabilidad en caso de un atropello animal recaía en el dueño del terreno al que pertenecía. Y, en caso de ausencia de señalización o de un estado defectuoso de la carretera, en la administración encargada de la carretera. Todo esto hasta el año 2014.

A partir de entonces se reformó la ley y cambió la culpabilidad por atropellos de especies cinegéticas (referido a escapes de cotos privados de caza), que actualmente recae en el propio conductor del vehículo. De esa manera, se descargó la responsabilidad tanto del propietario del coto como de la administración pública. Por lo tanto, en caso de accidente con animales implicados, tu seguro tendrá que cubrir tus gastos y también los que se originen en otros coches a causa de la colisión.

¿Cuándo no se considera responsable al conductor?

El conductor será el responsable del accidente con un animal de caza salvo en dos supuestos:

  1. Que el accidente se produzca como consecuencia directa de la acción de la caza. En este caso, el responsable será el propietario del coto.
  2. Si el mantenimiento del vallado no se ha realizado o no existe señalización al respecto. Se entiende, de esta forma, que el animal pudo acceder a la carretera por falta de infraestructura de seguridad o porque no se informó de la presencia de animales sueltos. En ambos casos, el responsable siempre será el titular de la vía pública.

¿Y cuándo se producen más accidentes con animales?

El equipo del grupo AF4 de la Escuela de Ingeniería Forestal de la Universidad de Vigo elaboró un estudio en 2013 en el que analizaron los periodos del año con mayor probabilidad de atropellos, según las especies.

Así, los accidentes con corzos se dan con mayor frecuencia entre abril y julio, con un mayor índice en los meses de abril y mayo, puesto que es la época en la que las crías nacidas el año anterior suelen ser expulsadas del grupo y buscan un nuevo territorio. También se genera un pico elevado en julio, que es la época de celo. Con respecto a las horas del día, el corzo está más activo al amanecer y al anochecer, por lo que serán los momentos con mayor riesgo.

Por otro lado, los accidentes con jabalíes se concentran, sobre todo, entre los meses de octubre y enero. La razón parece estar en que las noches de esos meses son más largas por lo que la probabilidad de encontrarlos es mayor al tratarse de animales nocturnos, además de que son los meses que coinciden con la época de caza con lo que ante las batidas huyen y cruzan con más frecuencia las carreteras.

¿Os ha tocado vivir de cerca el atropello a algún animal en la carretera? ¿Cómo habéis actuado en ese caso? Cuéntanoslo en los comentarios para compartir tu experiencia con nosotros… 🙂

 

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