La F1 no es lugar para pobres. Vaya eso por delante de todo. Se trata de uno de los deportes más caros del mundo. Además, también es uno de los de más difícil acceso. En primer lugar, porque solo hay 20 asientos para pilotos en el mismo año y a nivel mundial…
Lo segundo, porque el proceso formativo y el camino a recorrer es largo, complicado, lleno de curvas pero, especialmente inaccesible para la gran mayoría de los bolsillos.
Sin pasta no hay paraíso… ni superlicencia
Seamos claros: tienes que estar leyendo este artículo con ocho años máximo. O ser el millonario y afortunado padre de un chaval con talento y ganas de pasarse los próximos 15 años renunciando a casi todo lo que le corresponde hacer con su edad para llegar a ser algo que casi seguro que no podrá alcanzar.
Sí, hay miles de jóvenes que luchan duramente en muchos deportes. ¿Cuántos chicos y chicas entrenan cada día para ser el próximo Messi o la próxima Vero Boquete? Miles, pero no es lo mismo pagar unas botas de fútbol que un coche.
Si tienes acceso a la parte económica pero sin llegar a ser multimillonario, existen tres opciones (tres más una) muy complicadas para alcanzar el sueño.
1. Conseguir un mecenas
Que alguien como Flavio Briatore se fije en ti, se mueva por el Gran Circo con tu nombre e intente meterte en algún equipo no es complicado. No. Es lo siguiente y ahora todavía más, ya que está exiliado de la gran competición.
Sin embargo, esta ha sido la fórmula del éxito de un chaval de nombre Fernando y de apellido Alonso, que puede dar buena cuenta de lo productivo y útil que es tener un padrino como el italiano. De las fiestas que se hayan podido pegar en su pedazo de yate mejor ni hablamos…
2. Entrar en una escuela de pilotos
Hay profesionales como Helmut Marko, que se dedican a ejercer de cantera de algunos de los mejores conductores del mundo. El austriaco es el promotor del Red Bull Junior Team, de donde han salido pilotos como Jaime Alguersuari o Sebastian Vettel.
Se trata de una de las mejores opciones para llegar a la F1 sin grandes desembolsos económicos. Sin embargo, es el pez que se muerde la cola: para que los ojeadores se fijen en ellos, ya han tenido que invertir mucho dinero en llegar hasta ahí.
3. Situación económica familiar más que óptima
Padres con empresas que facturan cantidades ingentes de dinero y grandes herencias familiares. Así se sufragan la mayoría de los conductores de F1. Algunos ejemplos cercanos de nuestros pilotos, como el recién «retirado» Jaime Alguersuari, cuyo padre es un expiloto que ostenta un bollante grupo empresarial; o el defenestrado Roberto Mehri, hijo de un empresario de la cerámica, sin olvidarnos de Carlos Sainz, hijo del mítico piloto. El dinero y el apellido cuentan. ¡Vaya si cuentan!
La cuarta opción: las selecciones de pilotos
En realidad, hasta aquí repasamos las tres fórmulas más comunes, pero existe una cuarta opción: la de presentarte a las selecciones de pilotos que se organizan de vez en cuando. Eso sí, además de presentarte, debes confiar en que primero te elijan y, después, demuestres toda tu valía como piloto. A partir de ahí, el azar mandará…
¿Cuánto cuesta ser piloto? (en euros)
Javier Morcillo, director de la Escuela Española de Pilotos concreta, en cifras, cuál es el coste de la carrera de un piloto, desde que es un chaval hasta que puede llegar a asomar la nariz a la antesala de la F1:
- Karting desde los 8-9 años hasta los 15 años: 40.000 €/ año = 240.000 €
- Formula Renault o F3 Euro Open, con 16 y 17 años: 250.000 €/año = 500.000 €
- World Series, con 18 años: 700.000 € = 700.000€
- GP2, con 19 y 20 años: 2.200.000 €/año = 4.400.000€
- Piloto probador de F1: entre 1.000.000 y 2.000.000 €
- Total antes de entrar en la F1: 5.840.000 € (casi seis millones de euros, sí).
Perseguir un sueño… ¿pero quizá lejos de un monoplaza?
Lo sabemos. La realidad es dura, pero es un hecho que «en la F1 no están los mejores pilotos del mundo, están los mejores pilotos ricos del mundo«. Por eso, para descubrirte alternativas a los monoplazas, en un próximo post te hablaremos de aquellas competiciones del mundo del motor en las que sí puedes competir siendo más mayor y con menos medios económicos. Lamentablemente, en la Fórmula 1 no hay sitio para la clase media.
El mejor piloto del mundo te puede estar poniendo un café en Starbucks mientras te descargas :DriveSmart en tu móvil. También es posible que el mejor conductor del mundo esté escribiendo este artículo que estás leyendo… o quizá no. Eso es más complicado. 🤭
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