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Con la humildad por bandera ha conseguido cerrar el año demostrando que es el mejor conductor de España. Aunque la humildad le hace sentir que solo es un buen conductor entre todos los que participan en el Reto, el ranking de diciembre no deja lugar a dudas. Una puntuación de 100 (sobre 100, insistimos) le ha servido para colocarse en la primera posición.
Reconoce que desde que comenzó a usar la app conduce más atento a las señales, aunque con más de medio millón de kilómetros al volante sabe perfectamente qué hace falta y qué no para ser un buen conductor. Desde Sevilla, recibimos a Antonio Benítez. Ponte cómodo, Antonio. Aquí no hace falta que te coloques el cinturón de seguridad… Ahora tú tienes la palabra.
Siempre dije que conducir bien implica tres condiciones: habilidad al volante, educación para respetar las normas y tranquilidad y paciencia con los demás conductores.
No me siento el mejor sino un buen conductor entre los que han participado.
Unos meses.
Un poco. Me hace estar más atento con la señalización que a veces creemos conocer de memoria, sobre todo en itinerarios habituales.
Me gusta conducir y me gusta respetar el código de circulación, que mejora la convivencia y la seguridad.
Creo que en general cada vez se conduce mejor. Aunque lo que más me saca de mis casillas es ver imprudencias en conductores profesionales con vehículos de gran tonelaje.
Sí, aunque creo que las multas que he recibido las puedo contar con los dedos de una mano. Pero se debe tener en cuenta que llevo más de medio millón de kilómetros recorridos… Quizá en este punto sí pueda estar entre los mejores de toda España.
Es divertido verte en una clasificación y ver cómo lo hacen tus compañeros. Si te gusta conducir y respetas las limitaciones de velocidad, conducir se transforma en una actividad relajante.
El análisis y puntuación que realiza sobre los distintos parámetros de la conducción, hace que mejores en cada uno de ellos: aceleración, frenada, velocidad, stops…
Tranquilidad.
Apurar el depósito de gasolina, jajaja.
Me pongo cómodo. Me quito el abrigo o la chaqueta de invierno, me pongo el cinturón (sobra decirlo) y según la fecha en la que estemos, pongo la climatización muy suave.
Hay muchos. Por ejemplo, subir algunas calles en cuesta en Ubrique (Cádiz), el pueblo de mi padre. Cruzar en Tenerife desde San Andrés al Roque de las Ánimas. Conducir un coche inglés por carreteras locales en Escocia sin apenas señalización…
Muchas. La señalización de las maniobras, los jóvenes cada vez conducen mejor y cada vez están más concienciados en conducir sin tomar alcohol.
Mil gracias por tu tiempo, Antonio. Y, sobre todo, por ser un buen conductor. Lo reconocemos: #SomosFansDeTi
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