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(Actualizado a día 15 de abril de 2021) Apífobo que conduces por las carreteras españolas, queremos mandarte un mensaje de tranquilidad con este artículo. Es cierto que esta pregunta nos la hacemos a menudo cuando cogemos el coche, más ahora que suben las temperaturas y bajan las ventanillas, la verdad es que es muy complicado que una abeja o una avispa se cuele en el habitáculo de tu bonito coche mientras estás en movimiento.
El hecho es que el insecto no quiere tener ninguna relación especial contigo. No quiere que seáis amigos. Ha sido tu vehículo el que ha cortado su vuelo y la ha llevado dentro de un lugar extraño. Además, al entrar en el coche se ha pegado un trastazo contra algún asiento o contra ti mismo, por lo que estará nervioso y desorientado.
No obstante, ten una cosa clara con respecto a que un antófilo o himenóptero se cuele en tu coche…
Como es habitual en este tipo de situaciones, claro está. La abeja o avispa lo máximo que puede hacer es clavar su aguijón en tu piel y, salvo que seas alérgico a las picaduras, no tienes mucho de lo que preocuparte. Escuece, molesta, sí, pero no es el fin del mundo.
Los nervios son los que juegan en tu contra, tu intención de espantarla y apartarla de ti son los que pueden hacer que te distraigas, quites las manos del volante, tu atención se centre en algo que no sea conducir… y tengas un disgusto en carretera. Todo por un bicho que se cuela en el coche.
Lo que has de hacer si una abeja o una avispa entra en tu coche es de sentido común, pero en situaciones de nerviosismo sabemos que el comportamiento puede ser el menos común de los sentidos.
Como te habrán contado en el colegio, aunque ya lo hayas olvidado, la física es lineal y no va a cambiar la manera en la que se relaciona con el entorno por tus necesidades puntuales, así que ir a 100 km/h y abrir todas las ventanillas del coche no va a hacer que el insecto salga del coche, ya que las turbulencias que se generan solo van a conseguir crear más nerviosismo en el insecto, que se sienta atacado y busque cómo defenderse.
Por ello, el consejo pasa por buscar un lugar donde puedas parar con seguridad, no vayas a incurrir en un peligro mucho mayor solo por tener a una avispa en el coche. A continuación, bájate rápido y abre las ventanillas. Si llevas niños o un animal en el coche sácales primero y luego deja el coche bien abierto para que el intruso pueda abandonar el vehículo.
Espera unos segundos, y verás cómo la abeja sale volando al instante. Aunque pienses lo contrario, ella tampoco quería ir contigo. Y es que estas especies no son muy amigas de BlaBlaCar, que para algo tienen alas y, además, su transporte no contamina ni una pizca.
Ahora que ya sabes cómo reaccionar si un himenóptero decide viajar contigo, vayamos al punto anterior: al de evitar tener que poner a prueba tu tranquilidad. ¿Sabes cuáles son las principales situaciones de riesgo en las que uno de estos animalitos puede acceder al vehículo? Apunta, que son varias:
Conductor :DriveSmart que eres parte de esta gran Comunidad de buenos conductores, la tranquilidad al volante y la calma al enfrentarte a situaciones de riesgo como ésta son la clave para llegar a tu destino sano y salvo. Y prevenirlas, por supuesto.
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