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El gobierno se hizo de rogar y decidió alargar la confirmación de lo que en el sector era un secreto a voces: la llegada del Plan PIVE 7 a los concesionarios de nuestro país. Aunque el nuevo programa para incentivar la venta de coches no ha sorprendido a nadie, las que sí han conseguido dejar con la boca abierta a más de uno han sido las novedades con las que se ha presentado…
En los anteriores PIVE la trampa era tan sencilla como legal y accesible. Los conductores que querían comprar un coche y no tenían uno para achatarrar encontraban en el desguace la fórmula perfecta para encontrar una ganga con la que ahorrarse hasta 3.000 euros. ¡Y a un módico precio!
Hasta ahora, los conductores que tenían un coche en buen estado podían venderlo por un importe superior al que les ofrecía el Plan PIVE. Recordemos que el gobierno aporta 1.000 euros por la adquisición de un coche nuevo, salvo para familias numerosas o personas con movilidad reducida que compren un vehículo de más de cinco plazas, en cuyo caso la ayuda asciende a 1.500 euros, mientras que los fabricantes han de igualar estas ayudas. Es decir, el Plan PIVE “cedía” entre 2.000 y 3.000 euros a todos los que entregaran un coche de más de diez años.
La solución para beneficiarse del PIVE era casi obvia. Tanto que se podía resumir con un “voy al desguace, compro la primera chatarra que encuentre por 500 euros, la pongo a mi nombre y para el PIVE!” ¿Que le faltaban las cuatro ruedas y los cristales? ¡No importa! ¿Qué estaba lleno de pegatinas de Hello Kitty y ni encendía? Al margen de gustos (y ese es un tema que deberíamos discutir en otro post), también era válido para el PIVE…
Lo era. Y se hacía. Hasta ahora, porque para beneficiarse del descuento, el gobierno exige que el vehículo entregado lleve más de un año a nombre del comprador y que, además, tenga vigente la ITV. ¡Solo les ha costado 6 ediciones de Plan PIVE para darse cuenta!
Aunque el anuncio oficial señala que se ha aprobado una dotación presupuestaria por valor de 175 millones de euros, esa cantidad es una verdad a medias. La realidad es que la ayuda anterior, el Plan PIVE 6, permitía mediante una extensión, la reserva de la ayuda con carga a la aprobada este lunes. ¿Qué es lo que quiere decir esto?
Consultamos a varias fuentes del sector e indican que el importe real que queda disponible para este nuevo plan PIVE 7 no llegaría a los 30 millones de euros, dado que el resto ya está “pre-reservado”. Haciendo cálculos y valorando el crecimiento que está experimentando el sector del vehículo nuevo en nuestro país, el importe restante es suficiente, sí… ¡hasta abril!
Parece que con el Plan PIVE 7 el gobierno ha hecho trampas. También a sí mismo… La dotación aprobada es insuficiente, no hay plazos concretos de finalización (¿podremos acogernos a ellas más allá de finales de marzo?) y se ha vuelto a olvidar de las motos (cuyo parque móvil, más eficiente y sencillo de manejar podría aumentar y renovarse si existieran ayudas de este tipo para los motoristas).
Eso sí: hemos de reconocer que no todo es malo. Se merece un aplauso proponer que los vehículos que se puedan adherir al plan sean los que menos contaminan (aunque, según avanza el mercado del automóvil, habría sido una buena fórmula haber sido más estricto con respecto a las emisiones de CO2) y también, que el Plan PIVE contribuye a favorecer la renovación del parque móvil, lo que siempre una buena medida de cara a la seguridad vial.
Sin embargo, lo cierto es que el PIVE 7 nos sabe a descafeinado… Será porque nosotros somos muy, muy cafeteros… ¿A vosotr@s también os pasa? 😉
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