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Aire acondicionado: ¡ese fiel compañero en la batalla a las altas temperaturas! Viajar con calor es algo que a nadie le apetece. Pero también un peligro para tu seguridad y la de todos los que están en la carretera. Parece que es una cuestión de comodidad, pero va más allá. Y es que circular con una temperatura agradable, nos ayuda a conducir más seguros, puesto que evita la fatiga y mantiene a raya el cansancio.
Es decir, si pasas calor al volante, es muy probable que afecte de forma negativa tanto a tu estado emocional (mal humor, irritabilidad…) como a tu estado físico (incomodidad, cansancio, fatiga…) y aumente el riesgo a sufrir un accidente. Como tu seguridad es lo más importante, hemos recopilado algunas recomendaciones muy sencillas para que viajes cómodo, fresquito y sacándole el máximo partido al aire acondicionado de tu coche:
Revisa que no exista ninguna avería o fallo en el sistema del aire acondicionado. Recárgalo si es necesario y observa que el filtro esté limpio, a veces se satura o bloquea; esto hará que tarde mucho en enfriar y que por tanto, no funcione correctamente.
Utilizando un parasol puedes disminuir la temperatura hasta 10 grados. Es un gesto muy sencillo que no cuesta nada hacerlo, y puede ayudarte mucho a la hora de enfriar el coche. ¿Por qué? Fácil: porque gastarás menos combustible, el sistema de refrigeración necesitará menos energía y tú conseguirás antes la temperatura ideal.
Lo típico es que pongamos el climatizador a temperaturas bajas para paliar el calor que estamos sufriendo al entrar al coche, pero esto es un error, ya que poner el ventilador a máxima potencia y a pocos grados, requerirá una puesta en marcha del coche mayor y gastará mucha energía. Lo ideal es abrir las ventanillas hasta que el coche disminuya la temperatura y poner el ventilador a bajas revoluciones. Cuando el calor haya aminorado, la temperatura de confort que debemos mantener es entre 22 y 24ºC.
Es lo más usual cuando tienes calor, pero no es lo más adecuado. Ten en cuenta que las bacterias pueden incidir directamente en tu rostro y facilitar que sufras un resfriado. Lo correcto es orientar las rejillas centrales hacia arriba, para hacer que el aire esté en movimiento dentro del coche y las laterales, en dirección a las ventanas, para que los cristales no se calienten demasiado si el sol incide en ellos.
Se recomienda que esté entre el 40 y 70%. Este dato solo lo ofrecen los coches más nuevos, así que si dispones de él… ¡hazle caso! Si sigues todos los consejos anteriores y el aire está correctamente funcionando, no tendrás problemas de humedad.
Tener aire acondicionado en el coche parece un lujo, pero hoy en día es casi más una necesidad. En verano el calor aprieta y si vas conduciendo en el habitáculo se pueden alcanzar temperaturas altas que te hacen imposible circular con normalidad. Como hemos dicho antes, el calor produce fatiga y el cansancio se agudiza, así que procura tener una buena climatización en el coche y beber agua regularmente para estar bien hidratado. De esta forma, evitarás los golpes de calor y viajarás más cómodo, más despierto y más seguro.
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