Compartir coche, compartir gastos… ¿Es ilegal compartir?

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¿Cuántas veces habéis subido a vuestro coche a amigos, compañeros de piso o de clase que se dirigían al mismo destino que vosotros para aprovechar el viaje y compartir los gastos entre todos? ¿Y cuántas habéis utilizado o pensado en utilizar una plataforma de servicios de movilidad, que ponen en contacto a conductores que viajan con sitio disponible con viajeros que buscan la forma de llegar al mismo destino?

Las ventajas de compartir coche

Seguro que muchas, porque también muchas son las ventajas de compartir coche: recorrer la carretera con compañía es mucho más agradable, contamina menos, fomenta las relaciones sociales y, sobre todo, es la fórmula más barata de viajar tanto para pasajeros como para conductores. Quizá las ventajas son demasiadas y por ello, desde el Ministerio de Fomento llega la advertencia en forma de sanción: los conductores sin licencia que utilicen servicios de coches compartidos y suban a su vehículo a pasajeros podrán enfrentarse a sanciones de hasta 600 euros por una infracción que califican como “muy grave”. El aviso se multiplica por 30 cuando se habla de las plataformas que impulsan estos servicios: hasta 18.000 euros de multa.

El aviso ha calado hondo y se ha traducido en indignación entre todos, los que comparten y los que no, que han decidido compartir, pero esta vez su enfado, a través de las redes sociales. Recordamos que el término “compartir” es, según la RAE (Real Academia Española de la Lengua) “repartir, dividir, distribuir algo en partes” y “participar en algo”.

¡Que no cunda el pánico!

La amenaza resulta, cuanto menos, desconcertante porque ya existe una legislación que regula este tipo de viajes. Se trata de la Ley de Ordenación de los Transportes Terrestres (LOTT), que en su artículo 101 diferencia entre compartir gastos y lucrarse. En el primer caso (el de compartir gastos) es totalmente legal mientras que para ganar dinero con este servicio se debe contar con una licencia y tener un seguro de accidentes especial, entre otros requerimientos. Es decir, viajar en un coche compartido es totalmente legal, aunque los pasajeros abonen una cantidad pactada (como aportación en el reparto de gastos compartidos). Eso sí: si la cantidad abonada es superior al coste real del viaje ya existiría un problema con la Administración y hablaríamos de lucro.

¿Cómo calcular el coste del viaje para que compartir gastos no se considere lucro?

El cálculo es sencillo, si se aplica la lógica e impera el sentido común. Se deben tener en cuenta los gastos que va a generar el viaje concreto que se va a compartir, es decir cuál es el coste en combustible y peajes. Por lo tanto, no entraría en esta suma el desembolso del seguro, la ITV o los impuestos del vehículo que un conductor debe asumir tanto si utiliza su coche como si no. De esta forma, se asegura la inexistencia de lucro, con lo que la multa no tendría justificación legal. Digan lo que digan.

La respuesta de los servicios de coches compartidos

Ante el comunicado de Fomento, Blablacar tranquiliza a sus usuarios para que entiendan que compartir gastos no es lo mismo que ganar dinero. La plataforma ha publicado a través de su web el siguiente mensaje. Lo compartimos (nos encanta compartir) con vosotros:
BlaBlaCar es una plataforma para conectar personas particulares que permite compartir los gastos de un viaje en coche. No se trata de una retribución económica, sino de la compartición de los gastos asociados a ese trayecto en común.
Por lo tanto ni BlaBlaCar ni los usuarios de BlaBlaCar, que solo comparten los gastos del viaje, se dedican al transporte de viajeros por cuenta ajena.

Compartir está de moda, así que comparte coche, comparte esta noticia, comparte que eres un orgulloso usario de la app :DriveSmart… lo que quieras, pero… ¡comparte! 😉

 

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