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Que si averías, que si multas, que si el seguro del coche, que si la gasolina… ¿Cuántos “que si” puede llegar a acumular un conductor al cabo del año? O lo que es lo mismo, ¿cuánto cuesta tener coche y cuánto pierde un conductor al usarlo?
Si tenemos en cuenta las estadísticas, podríamos resumir la respuesta con un “mucho”. Cuesta mucho tenerlo y el conductor pierde mucho al usarlo. Sobre todo porque la mayoría viaja solo, desaprovechando el resto de plazas del coche, algo que le cuesta unos 538 euros y 7 días de vacaciones al año.
Lo ideal es tener coche, utilizarlo siempre que se quiera y/o se necesita… ¡sin dejar de ahorrar! La fórmula nos gusta a todos y es perfecta. Y lo mejor de todo: ya existe y está triunfando en las carreteras a través del sistema de carpooling, o lo que os lo mismo, compartir coche.
Divertida, diferente, interesante, económica… así la definen quienes ya la han probado a través de Amovens, que destacan que además de ahorrar, la fórmula funciona y además permite conocer gente… En concreto, “gente maja”. Lo dicen ellos y lo decimos nosotros porque aquí una servidora lo ha usado varias veces y la experiencia ha sido inmejorable. Por eso, porque lo conozco, lo recomiendo.
Si nunca has probado a compartir coche lo más sencillo es utilizar las plataformas disponibles en Internet de carpooling que permiten conectar a quienes viajan como conductores y ofrecen sus plazas libres en el coche con aquellos que buscan cómo llegar a su destino de la forma más barata.
Eso sí, ten en cuenta que algunas de estas plataformas cobran una comisión por utilizarlas, algo que no ocurre con la que hemos probado nosotros, Amovens, que además:
¡Feliz viaje! ¡A compartir coche y a usar :DriveSmart todos!!
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