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La gestión de flotas ha cambiado. Mucho. Las empresas necesitan reducir costes y tiempo, siendo más productivas y aumentando, de esta forma, los ingresos. Por eso, en una primera fase, la gestión de flotas daba respuesta a tres necesidades fundamentales: la localización permanente de los vehículos a través de GPS, el análisis del gasto de carburante realizado y la mejora de la seguridad para evitar robos u otros percances similares.
Las necesidades aumentaron y el siguiente paso fue posible gracias a la ayuda de la tecnología. Para ello, se añadió a la gestión de flotas un abanico de servicios con el que controlar todas las tareas, servicios, vehículos y proveedores de forma eficiente y con los que reducir hasta un 20% de los costes operativos de las flotas. Entre ellos, la optimización de trayectos y la automatización de los mantenimientos de los vehículos:
Sin embargo, la tecnología unida al análisis permite dar el paso definitivo en el ámbito de la gestión de flotas. Las empresas necesitan lograr la trazabilidad del transporte, mejorar su rentabilidad con menos costes, además de reducir su impacto ambiental en el mundo. Además de ahorros cuantitativos (en combustible, reparaciones y siniestralidad), se buscan mejoras cualitativas (en productividad, rendimiento, reputación y comunicación, entre otras). Ya se pueden optimizar los recorridos, controlar los vehículos, automatizar los procesos, conocer los gastos al detalle… Pero el verdadero protagonista y eje fundamental de los desplazamientos, ¿dónde está? ¿Qué importancia tiene el conductor en la gestión de flotas actualmente?
La respuesta rápida a esta última cuestión es fácil: toda. Al margen de rutas, tiempos, mantenimientos y vehículos, en el medio de la ecuación está el conductor. Con él, todo es posible. Sin él, todo lo demás pierde relevancia.
El comportamiento del conductor influye en el 51% de los gastos que supone un vehículo. Por eso, la monitorización de su conducción ayuda a incrementar la productividad y reducir los costes, provocando una bajada de la siniestralidad a la vez que aumenta su seguridad.
Hablemos de cifras. Se ha demostrado que el uso de herramientas de monitorización de la conducción como DriveSmart genera un cambio en los hábitos de conducción. Tanto es así que se estima que produce un descenso del 49% del índice de siniestralidad. Si hablamos de parámetros concretos contrastados, provoca una reducción del:
El objetivo con la monitorización de la conducción es común: mejorar el comportamiento al volante para conseguir conductores más seguros y eficientes, identificar los conductores con más riesgo y reducir las infracciones y siniestralidad al volante. Sin embargo, cada flota es única y tiene sus características. Por eso, DriveSmart permite realizar un análisis objetivo y riguroso de la conducción a medida de las necesidades de cada partner, a través de 30 indicadores independientes de la conducción.
Entre los indicadores de conducción encontramos el score DriveSmart (que es una calificación global de conducción que comprende los scores parciales de aceleración, frenada, giro, anticipación al tráfico y velocidad), el ecoScore (que analiza la eficiencia en la conducción), la distancia, los viajes, el tiempo de conducción, los incidentes y su severidad (se clasifican en cinco tipologías, según su gravedad) o la fatiga, entre otros que son configurables como las condiciones climáticas o de tráfico en tiempo real.
¿Quieres consultarnos cómo podemos ayudarte en la gestión de tu flota? Escríbenos a info@drive-smart y te ayudaremos a mejorar la seguridad y productividad de la tuya.
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