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Sonríes al recordar todos y cada uno de los días que habéis pasado juntos, exprimiendo al máximo cada hora, cada minuto. Piensas en los lugares que has descubierto a su lado y en todos los que os quedan por descubrir juntos. Vuelves a sonreir. Regresan a tu cabeza también esos instantes de cuesta arriba en los que avanzar no era fácil… Y sonríes de nuevo.
Pero llega el día del inicio de las vacaciones y la sonrisa desaparece si imaginas tu verano sin ella. Sin la bicicleta… ¡Adiós dramas! Si te vas de viaje no tienes porqué renunciar a su compañía, sino que lo único que debes saber es cómo transportar tu bici en el coche correctamente.
Tanto si viajas en tu coche como en el de tus padres o el de algún amigo debes tener en cuenta que, siempre que el maletero sea lo suficientemente amplio, podrás meter la bicicleta en él, aunque igual necesitas desmontar una o dos ruedas. Si, además, necesitas espacio para el equipaje lo más cómodo, sin duda, es optar por un portabicicletas.
En el mercado existe una gran variedad de sistemas tanto en las tiendas de bicicletas como en el sector automovilístico, ya que cada fabricante suele ofrecer varias opciones para sus modelos. De hecho, existen diferentes tipos de portabicicletas según el modo o lugar del coche en el que prefieras transportarlas, pudiendo ser de techo, de portón trasero o de bola de remolque. ¿Quieres saber cuál se adapta más a tus necesidades? ¡Fíjate!
Este modelo fue el primero que salió al mercado y, aunque continúa siendo muy utilizado por ser el más económico, empiezan a ser desplazado por otros sistemas más fáciles de usar.
El portabicicletas de techo consiste en un rail que se monta sobre las barras de la baca del coche y que, a través de un brazo vertical, ancla la bicicleta por el cuadro. El inconveniente de este sistema es que requiere tener una baca y espacio donde guardarla, además de la dificultad que supone subir la bici al techo del coche.
A los contras también hay que sumarle el hecho de que transportar la bicicleta sobre el techo ofrece mucha resistencia aerodinámica, lo que repercute en el consumo de combustible y en la estabilidad del vehículo.
Este es un sistema de barras articulado que se sujeta mediante ganchos y cintas a la parte trasera del coche, normalmente al portón del maletero. De él se cuelgan las bicis o se apoyan sobre una plataforma, según el modelo.
Aunque es cómodo presenta un inconveniente: su situación dificulta el acceso al maletero y si se le da un uso muy frecuente, al final se puede dañar la chapa del coche. Debes saber que, aunque no es lo habitual, si la matrícula quedase oculta tras las bicicletas has de colocar una placa de matrícula adicional por fuera para que sea visible.
Para poder utilizar este tipo de sistema es necesario disponer de bola en el coche, lo que puede suponer un desembolso de hasta 500 euros.
Dentro de la modalidad de portabicicletas existen, a su vez, dos tipos: con plataforma que se apoya y sujeta a la bola del coche y sobre la que se pueden montar de 2 a 3 bicis (casi todos los modelos incorporan pilotos y matrícula), o sin plataforma, en cuyo caso van anclados a la bola del coche y consisten en una estructura con forma de “L” invertida. Cualquiera de las dos versiones ocupa muy poco espacio una vez plegados y se monta y desmonta fácil y rápidamente.
Hasta aquí los pros y los contras de cada sistema. Ahora tú, conductor :DriveSmart, decides cuál es el que más se ajusta a tus necesidades… ¡y a tu bolsillo! Eso sí: ya no tienes excusa para no llevar la bici de viaje y seguir sonriendo. ¡Feliz verano a todos los que, a diario o esporádicamente sois ciclistas! 🙂
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